Acércate. Abre tu armario. ¿Cómo lo ves? No digo si muy lleno o muy vacío, sino que si tienes prendas que no te ayudan. Pongamos orden, venga.
Lo primero es que para que todo fluya es necesario que por cada parte de abajo, es decir, pantalón o falda, cuentes con al menos tres partes de arriba para coordinar. Si quieres equilibrio, con eso estarás cubierta. Si tienes más, estupendo. Disfrútalo.
Dicho esto, hay imprescindibles para tu armario. Vamos a por unos cuantos. Toma nota:
Camisetas y jerseys en blanco y en negro
Sin necesidad de detalles como botones o cremalleras. Mejor cuanto más lisos, así podrás usarlas para muchas más combinaciones. El clásico black & white sigue funcionando.
Un LBD
Es decir, un Little Black Dress o un vestido corto negro. Le darás la intención que tú quieras con todo tipo de complementos: cinturones, collares o pendientes. Las notas de color es recomendable que las dejes en tus zapatos.
Una americana
Un must, amiga. Te ayudará a hacer que cualquier otra prenda deslumbre. Unos jeans con unos stilettos y el blazer, destilan sofisticación. En cuanto a colores, busca una negra o camel. Puedes crearte un traje de chaqueta más casual si la unes a un pantalón del mismo color. Americanízate.
Una falda negra y una falda denim
La primera para ir a eventos más serios y la segunda cuando quieras. Apuesta por ellas porque pueden ser aliados poderosos para tus looks.
Unos tops de colores
Son para todo el año. Pueden ir por dentro de una camisa o chaqueta sugiriendo sin mostrar o por fuera llevando el compás del outfit. Cada color una oportunidad. Un básico total.
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Unos jeans
¿Tengo que decirlo? Hay uno para cualquier figura, gusto e intención. Diferentes largos, colores múltiples y anchuras mil. Ha de abrirse paso entre todos los habitantes de tu armario. Deja que te asesoren si no estás muy segura, pero piensa que habrá uno favorecedor seguro. Abre tu mente, please.
Hay muchos más pero los anteriores te permitirán pasar la temporada. Reconstruye tu armario¡¡¡
