Si no limpias tu piel diariamente, ningún tratamiento de belleza va a ser
efectivo, ya que de esa manera estarás removiendo suciedad e impurezas.
Limpia tu piel por la
mañana para quitar la grasitud que la piel genera cuando duermes y no te
olvides de hacerlo por la noche para retirar la suciedad que has acumulado
durante todo el día por el maquillaje y por el medio ambiente.
Para todo tipo de piel
Para limpiar la piel
correctamente, usa un desmaquillante y aplica una crema o leche de limpieza sobre
todo tu rostro y cuello. Si deseas utilizar algo natural, haz una mascarilla para el rostro casera mezclando
una cuchara de avena con un poco de leche hasta obtener una pasta espesa pero
suave.
Aplica en rostro y cuello, masajeando con la yema de tus dedos
de manera circular durante unos segundos para que penetre correctamente y deja
actuar durante unos 10 minutos. una vez transcurrido ese período de tiempo,
aclara con agua fría para cerrar los poros.
Para piel grasa o mixta
Si tienes la piel grasa o mixta, mezcla dos cucharadas
soperas de aceite de oliva, zumo de un pepino, 3 cucharadas de harina de avena
y una cucharada sopera de almendras molidas. Remueve hasta que la mascarilla para rostro graso quede
homogénea y aplica con un trozo de algodón en rostro y cuello. Enjuaga con agua
y aplica una pizca de crema humectante.
Para piel seca
Si tu piel es seca, mezcla en un recipiente una cucharadita
de polvo de avena, 2 cucharadas de almendras molidas, ralladura de limón y agua
mineral, cantidad necesaria. Aplica en la cara y deja actuar durante 10
minutos. Enjuaga con agua tibia y seca dando pequeños golpecitos con una
toalla.
Si sigues al pie de la letra estos consejos para limpiar el rostro, conseguirás una piel radiante,
humectada y con el pH equilibrado.